Un ser espiritual tiene conocimiento conscientes tanto de su dimensión física como de la invisible.
Sabe que más allá de sus cinco sentidos físicos, hay otros sentidos (Como el instinto) con los que puede experimentar el mundo material.
Vive la vida como si cada persona con quien se encuentra compartiera con él la condición humana.
Sabe que hay una inteligencia superior que actúa en el universo, más allá de una simple relación de causa y efecto.
No puede imaginar la vida sin la práctica de la meditación.
Concibe la intuición mucho más allá de la corazonada. La ve como una guía superior y nunca se toma a la ligera.
Sabe de todo lo que odia y combate y debilita, y que todo lo que defiende le apoya y le da fuerza.
Siente por la vida una veneración que alcanza a la esencia de todos los seres que habitan el planeta.
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