sábado, 11 de abril de 2009

LA FISICA CUANTICA SE PONE DE MODA



La película ¿Y Tú qué sabes? populariza el ancestral debate sobre la naturaleza de la realidad
Después de recorrer multitud de círculos y foros, llega a las grandes pantallas de España la película ¿Y Tú qué sabes? (What The Bleep Do We Know?), avalada por el éxito de taquilla en las salas comerciales de Estados Unidos. La película está poniendo de moda la Física Cuántica, ya que trae a colación un importante debate filosófico y científico que se remonta a Platón, si bien tiene connotaciones metafísicas que trascienden el mundo de la ciencia. Los Creativos Culturales encuentran en ella una nueva fuente de inspiración porque la película les ofrece un posible modelo de integración, al mismo tiempo que populariza la duda sobre la naturaleza de la realidad, restringida hasta ahora a ámbitos académicos. Por Eduardo Martínez.

La película documental ¿Y Tú qué sabes? (What The Bleep Do We Know?) lleva por fin a la gran pantalla un importante debate filosófico y científico. Lo hace con lucidez, aunque no está exenta de un cierto aire californiano que ha irritado a algunos medios académicos. Sin embargo, la película constituye un nuevo intento por acercar al gran público las cuestiones sobre las que se está planteando una profunda revolución cultural, surgida de los conocimientos sobre las partículas elementales, englobados en lo que ha dado en llamarse la Física Cuántica. La Física Cuántica, tal como explicamos en otro artículo, es una manera de describir el mundo. Su campo de actuación es el de las partículas elementales, que se desenvuelven de manera misteriosa para la percepción ordinaria, ajenas a las leyes de los objetos físicos, dando lugar a diferentes interpretaciones. Dudas de realidad La revolución cultural que se deriva de estos conocimientos tiene que ver, sobre todo, con la naturaleza de la realidad. La tesis de la película es que la realidad se reduce a la percepción y que la percepción (a la que llamamos realidad) se forma por el efecto combinado de creencias, pensamientos y emociones. La consecuencia de esta tesis es que el sujeto es el artífice último de lo real y que, cuando descubrimos la estrecha relación entre el mundo interno de las personas y lo que acontece en su entorno, alcanzamos la capacidad de alterar la realidad, una de las más antiguas aspiraciones humanas. El argumento sobre la estructura cuántica de la realidad se completa en la película con recientes descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro, capaz de reaccionar de la misma forma tanto respecto a un objeto real como a otro imaginario, siempre que una emoción esté asociada a estos procesos. Este descubrimiento lleva a los protagonistas a proponer una mayor atención a los procesos de pensamiento y a la profundización en las emociones, al considerar que una revisión profunda del interior humano puede ayudar a comprender mejor el mundo que nos rodea y a hacerlo más habitable y confortable. Y, sobre todo, mucho más feliz. Dos críticas Las críticas que ha recibido la película tienen dos dimensiones. Una se refiere al rigor de los descubrimientos comentados, que si por una parte de la comunidad científica se consideran consistentes, por otra parte no están completamente aceptados como ciertos. La película está articulada en torno a una protagonista que busca sentido a su vida, a la que acompañan en su experiencia una serie de expertos de diferentes disciplinas: física, neurología, psiquiatría, filosofía, medicina, biología, teología, explicando conocimientos relativos a la experiencia de la protagonista, Amanda (Marlee Matlin). Los argumentos que los diferentes expertos exponen en la película están documentados en muchos casos, pero en otros aspectos son más débiles. La fragilidad de algunas de las exposiciones de la película está bien recogida en un artículo de Wikipedia. Además, según Popular Science, uno de los expertos entrevistados, David Albert, profesor en la Universidad de Columbia, considera que las declaraciones suyas que aparecen en la película son incompletas y que están distorsionadas. Aspectos metafísicos

No hay comentarios:

Publicar un comentario