Hace poco vi a una chica en la televisión quien perdió mucho peso para participar en un concurso de belleza. Siempre fue gordita y es bajita y cuando le decía a la gente que quería ser reina de belleza no lo creían posible y le expresaban sus duda. Pero allí esta la chica en la televisión nacional participando y eso ya es ganancia.
Si bien es cierto esta chica no tiene muchas posibilidades de participar en los concursos generales como el Miss Universo, si puede participar en concursos para petites debido a su estatura.
Con esta meditación no estoy tratando de proponerte participar en ningún concurso solo demostrarte que cuando uno hace el intento algo consigue.
Si la chica de la historia se hubiese frustrado con los comentarios o miradas de las personas a su alrededor se hubiese quedado probablemente guapa pero sin concurso.
Creo que casi todas tenemos en nuestro corazón algún sueño o alguna meta que no seguimos porque no lo creímos posible. La mayoría de los sueños son posibles, a veces no se darán a nuestro tiempo sino al tiempo de la vida, pero pueden hacerse realidad.
Me encanta la historia de la actriz Nina Vardanos de la película “My big, fat Greek wedding” en español tuvo varios nombres como: Mi gran boda, Casarse... esta en griego, Mi gran casamiento Griego entre otros. Nina escribió el guión basado en su propia historia.
Con sus propios recursos llevó la historia a un pequeño teatro. Puso un anuncio corto en un periódico muy influyente promoviendo la obra teatral. Como era un anuncio muy caro lo puso solo un par de días y el último día lo vio la actriz Rita Wilson, quien es de descendencia griega, y decidió llevar a su familia al teatro. La obra se le hizo chistosísima y convenció a su esposo Tom Hanks de llevarla al cine. Tom y Rita fueron los productores de la película y con esto Nina alcanzo su sueño de ser actriz.
Hay sueños difíciles y hasta los hay imposibles, pero si tratamos muchos son posibles aun cuando ya no somos jóvenes o no tenemos todo lo necesario. Carolina Herrera empezó su carrera de diseñadora después de los 40 y hay muchas historias similares. La edad no es impedimento la falta de fe en nosotros mismos y de esfuerzo si lo es.
A veces para alcanzar nuestros sueños tenemos que ir en contra de la corriente y esto no es fácil, a veces hay que pensar fuera de la caja y hay que romper tabúes etc. Sobre todo hay que trabajar duro, buscar oportunidades y tener fe.
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