miércoles, 31 de marzo de 2010

EL ILUMINADO Y EL UNGIDO



La doctrina y la enseñanzas de Jesús no estaban destinadas a fundar una religión, sino crear escuelas que condujeran a la iluminación espiritual. Aunque sus destinos fueron diferentes, algo semejante ocurrió con Buda. Ambos quisieron acercarnos al mismo Cielo: El Reino del Padre y el Nirvana pueden ser equivalentes.

Hace dos milenios Jesús de Nazaret, más tarde convertido en Cristo, rompe con la visión tribal del Judaísmo tradicional y enseñanza de una doctrina espiritual dirigida a todos los que quieran recibirla. 540 años antes, Siddharta Gautama más tarde conocido como el Buda abandona la tradición brahmánica de las castas indias y acepta como discípulos a todos los hombres y mujeres que desean seguir, su doctrina de liberación.

Después de recibir la iniciación bautismal mediante el agua, (símbolo del conocimiento), (Jesús se retira al desierto y permanece en meditación durante cuarenta días). Allí el denomino (el ego terrenal, perpetuo adversario del espíritu), lo tienta como Cristo. Después de ese periodo de realización solitaria vuelve a palestina y comienza a reunir a sus apóstoles.